Una de nuestras primeras y mejores escopetas, fue, sin duda, don Carlos Mitjans y Fitz-James Stuart, XXI Conde de Teba y XV Conde de Baños, Grande de España, nacido en Segovia en 1907 y fallecido en Madrid en 1997, hijo de don Juan Manuel Mitjans y Manzanedo, II Duque de Santoña y de doña Sol Fitz-James Stuart y Falcó, Condesa de Teba. Caballero de Justicia del Hospital de los Pobres Leprosos, Hermano de la Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, de Sevilla y Medalla de Oro al Mérito Deportivo.
Desde la infancia destacó por su afición a todos los deportes al aire libre, practicando el tenis, el golf o la vela con mucho acierto. Como era lógico, empezó a cazar en las fincas de la familia (“Ventosilla” y “Mazarabeas” en Toledo). Muy joven, empezó a cazar con Alfonso XIII, que le regaló unas escopetas que estrenó en 1.924. En la temporada 28/29 cobró 5.198 piezas, de las que 3.473 eran perdices. Cazador extraordinario, fue uno de los grandes tiradores de España, logrando siete campeonatos nacionales, un campeonato del mundo y otro europeo. Pues bien, el conde de Teba, un lazarista de pro, aparece asociado al nacimiento de una prenda de vestir genuinamente española. Me refiero a la teba, tan cotidiana en nuestra vida actual.
El conde era conocido familiarmente como Bunting, fue obsequiado con esta prenda por el Rey Alfonso XIII en una cacería. Resultaba especialmente cómoda para la práctica de tiro, por lo que el Conde le encargó a un sastre de Zarauz que la reprodujera en aquel mismo tejido pero con más bolsillos. Parece ser que años más tarde, en 1943, coincidieron en una cacería en la localidad toledana de Camarenilla, el conde de Teba, el conde de Queralt y Enrique Maier, encomendándole a este último el encargo de la confección de las tebas al centenario y exclusivo establecimiento barcelonés Bel & Cia.
Según el libro del Ojeo de Perdiz en España de D. Roberto Medem Sanjuán, hace mención a los números del conde:
“Fue durante el gobierno de Franco cuando Teba tendrá sus mejores jornadas. El 24 de octubre de 1954 en “La Cepilla”, con 15 cazadores se cobran 3.419 perdices. El conde de Teba tiene su mejor día: 448 perdices con ¡643 cartuchos!. El 8 de noviembre de 1956 alcanza su récord en un puesto, con una línea de 12. Es en el ojeo “Las Breñas” de “El Fontanar” (al este de Sevilla): mata 194 perdices ¡y se quedó sin cartuchos!
En acuáticas, otra de sus grandes pasiones, también consiguió cifras que actualmente en España son totalmente impensables. En las marismas del Guadalquivir cobra 626 patos (1966) y 182 ánsares en “Las Nuevas” (1964).
Este es un breve resumen de un gran aficionado que todos los que tuvimos la suerte de cazar con él recordamos con admiración y cariño.”
Como noble e ilustre en la sociedad española de aquella época, compartió eventos sociales y cacerías con cazadores de casas reales de otros países. En la fotografía que mostramos a continuación, se le ve junto al Príncipe Felipe de Inglaterra.
La caza menor era la gran pasión del conde, pero también su afición se extendía a la caza mayor. Con el rifle, también tenía gran fama a nivel nacional y muchas eran las monterías a las que era invitado, como en esta en los Montes de Toledo un express paralelo.
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